En mi corto periplo por el país alpino, he visitado varios emplazamientos colmados de tradición y leyenda que cualquier aficionado a la historia disfrutaría. Entre ellos se encuentra la pequeña ciudad que encabeza el presente post: Thun.
Esta urbe de 14km cuadrados de extensión y 42000 habitantes se encuentra en el cantón Bernés a la orilla del lago con el que comparte nombre. Su casco antiguo del medievo tardío es realmente fascinante. La sensación de un viaje en el tiempo nos acompañará en todo momento mientras recorramos sus callejuelas.
En el plano arquitectónico, destaca sobremanera, por encima de todas las demás construcciones (literalmente), el gran castillo blanco fechado en el siglo XII que se erige majestuoso en el punto más alto de la población. Sin duda, el punto de referencia turístico de la zona.
Los que queráis embarcaros rumbo a la Suiza antigua, no dejéis pasar la oportunidad de presenciarla con vuestros propios ojos, mejor que en frías imágenes digitales. Thun es uno de los máximos exponentes, de todo lo que se pueda considerar representativo del famoso país neutral.
Para más información: web oficial.
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