Introducción
Saludos a tod@s!. Tras un largo período de ausencia debido a motivos laborales (estoy más estresado que el fontanero del titanic), he vuelto por mis derroteros para publicar una vez más algunas de mis inquietudes. Confío en que mis circunstancias me permitan redactar de forma más asidua en un futuro próximo.
Dicho esto, pongámonos manos a la obra. El motivo de esta publicación no es otro que relataros mi gratificante experiencia en mi última aventura. El desafortunado lugar que soportó el aplastante peso de mis pezuñas, no es otro que Rennes-le-Château, en el Languedoc del fascinante sur francés. Muchos pensaréis, ¿donde puñetas queda eso?, sin embargo, seréis muchos más los que penséis que soy un chico afortunado, y que he cumplido uno de los muchos caprichillos de infinidad de camaradas frikis.
Vista del "hotel" en el que Gabriel Knight se alojaba. En realidad es un château abandonado al devenir del tiempo. |
Me explico. En un post anterior en el que analizaba un clasico en toda regla, nada más y nada menos que el juegazo Gabriel Knight III,
dilucidaba mi intención de visitar el pueblo de misterio en el que se
ambienta y desarolla una trama increíble, dotada de una labor de
investigación por parte de la señora Jane Jensen (madre de la bella
criatura) realmente completa y trabajada. El enigma que plantea esta
aventura gráfica es polémico y archiconocido, incluso por aquellos que
nunca la hubieran jugado, ya que actualmente ha caído en desgracia por
la profanación sensacionalista de las modas.
La mecha prendida en el solitario pueblecito francés siguió su curso aún en nuestros dias sin hallar todavía el final del rompecabezas, pero no sin antes insuflar vida en su largo camino, entre muchas otras, a la obra más popular fundamentada en el misterio que nos atañe, el archiconocido El código da Vinci. Pero no debemos omitir que la obra de Dan Brown, no es más que una simple novela de ficción. Para aquellos que realmente os halleis sugestionados por esta hermética historia, el ejemplar literario que os interesa es el no tan divulgado El enigma sagrado, un titánico y esclarecedor trabajo de investigación, deslumbrante y polémico a partes iguales. Algún dia, viajaremos entre sus páginas en alguna de mis próximas recomendaciones literarias.
La mecha prendida en el solitario pueblecito francés siguió su curso aún en nuestros dias sin hallar todavía el final del rompecabezas, pero no sin antes insuflar vida en su largo camino, entre muchas otras, a la obra más popular fundamentada en el misterio que nos atañe, el archiconocido El código da Vinci. Pero no debemos omitir que la obra de Dan Brown, no es más que una simple novela de ficción. Para aquellos que realmente os halleis sugestionados por esta hermética historia, el ejemplar literario que os interesa es el no tan divulgado El enigma sagrado, un titánico y esclarecedor trabajo de investigación, deslumbrante y polémico a partes iguales. Algún dia, viajaremos entre sus páginas en alguna de mis próximas recomendaciones literarias.
Torre magdala, construida por el enriquecido abad Sauniére |
Llegada, siguiendo los pasos de Gabriel Knight
Rennes-le-Château se erige en lo alto de una colina del Aude galo, parcialmente fortificado por una derruida muralla que deja entrever el carácter de puesto estratégico que ha tenido el asentamiento a lo largo de los siglos. Desde la prehistoria (como así confirman varios monumentos megalíticos hallados y fechados hacia el 4500 a.C), han hollado su tierra visitantes de lo más variopintos, desde godos y cátaros, hasta árabes.
Entrada de la impresionante iglesia de Rennes. Estoy señalando la inscripción "Terribilis est locus iste" (Este lugar es terrible) grabado en la reforma Sauniére. |
A mi llegada, no he podido resistir el impulso de detener mi Peugeot 308 a
las puertas del comienzo del largo camino, bajarme lentamente (me
dolían endiabladamente los pies), caminar igualmente lento (añadiendo un
pelín de torpeza) hacia la señal que demarcaba el inicio del pueblo, y
pedirle a mi inestimable compañero de viaje que realizase la fotografía
que veis al inicio de esta publicación. Me sentía como "El hombre en la
luna". No juzguéis a este pobre friki que os escribe.
Acto
seguido, nos adentramos entre los muros de unas estrechas callejuelas.
Aunque con cierto encanto, era evidente el maltrecho estado de aquel
poblado. Desaprovechando un vasto potencial turístico, la pequeña villa
envejece a su suerte, manteniendo bajo su cobijo, si mal no recuerdo,
tres cutre-tiendas de souvenirs, libros, y demás parafernalia
totalmente desubicada del misterio original. Pero no hemos venido a
contemplar con ojos sagrantes lo que sus escasísimos habitantes mal
hicieron, sino lo que está allí esperando, las claves que salvaguardan
la torre Magdala y su fabulosa e insólita iglesia consagrada de un modo
un tanto especial a la Maria Madgalena.