Recientemente, he tenido el placer de disfrutar un magnífico viaje a la tierra del queso fundido y el chocolate: Suiza. En las múltiples visitas a ciudades y monumentos históricos destacados del país, me veo obligado a recomendaros aquellos lugares de los que no debeis dejar pasar la oportunidad de admirar, si se os presentase.
Para esta entrada de mi blog he seleccionado en primer lugar el monumento histórico más visitado de Suiza. En Montreux, entre los alpes y el lago de Ginebra, se encuentra el Chateau de Chillón, una fortaleza con más de mil años de historia. Un emplazamiento mágico, donde la imaginación de todo buen friki hecha a volar, ya bien, sea por nuestro fanatismo a lo medieval, o por viajar a otras épocas, en las que la vida cotidiana era bien distinta de como la conocemos hoy en día.
El bastión ha sido construido sobre una roca del lago de Ginebra, evolucionando con el transcurrir de los años, pues no siempre ha sido como ha llegado a nosotros en la actualidad. Sus ampliaciones han sido contantes desde el siglo XII hasta nuestros dias, siendo su torreón central el primero en erguirse, y sus murallas exteriores su culminación. El gobierno de esta roca pasa por varias casas, entre las que destaca la familia Savoya de Francia, constructores originales y los cuales lo usaban como punto de control para el
tráfico marítimo mercantil de la inmensa "charca" que presidia.
tráfico marítimo mercantil de la inmensa "charca" que presidia.
Para más información: Página oficial del Chateau de Chillon
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